Si te preguntase que es lo que esperas de una relación de pareja, familia o amistad, estoy seguro que dirías, entre otras cosas, ser escuchado. 

Poder ser escuchado sin sentirte juzgado por lo que digas, pienses o sientas en tu interior. En mi consultorio psicológico, observo que la mayoría de los problemas que la persona trae, provienen de no haberse sentido escuchada atenta y cálidamente por sus seres queridos. Por ende, esa sensación de insatisfacción y dolor, la cargan dentro de sí mismas y de alguna manera la siguen repitiendo en su adultez. El resultado es que en forma inconsciente continúan atrayendo personas que no escuchan, las ignoran o maltratan.

Si deseas lograr una vida plena de afecto, salud y prosperidad, es muy importante que te vuelvas consciente de tus mandatos, creencias y modelos que has internalizado desde tu infancia. Aunque no te guste, si en tu vida actual sostienes vínculos tóxicos que te generan malestar, angustia o bronca, puede que estés cargando asuntos del pasado sin resolver.

Cuando no hemos cerrado adecuadamente aquellos asuntos del pasado, es decir, situaciones que nos han disgustado, dolido o enfurecido, puede que todavía las estemos cargando dentro de nosotros. Por ende, la ley de la atracción se activa y nos vuelve a atraer personas y situaciones con rasgos similares a aquellos que nos han dañado. Esto es la ley de la atracción negativa, que no es en sí negativa, sino más bien una bendición encubierta porque nos atrae aquello que precisamos sanar internamente

Para cerrar asuntos inconclusos es preciso que estés disponible para hacerlo…¿Estás dispuesto/a a trabajar esto?

Pablo Nachtigall